¿Quién no recuerda el primer amiguito con el que jugó al médico? ¿o con el que llegaron al acuerdo"yo te muestro mi chochi si vos me mostrás tu pitulín"?
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Yo la verdad, la verdad, no me acuerdo pero cada vez que me cruzo con el que era mi mejor amigo de pequeñita pienso "Ojalá que se la haya mostrado, ojalá!"
Hace mucho tiempo atrás empezó una historia; sin embargo, la historia (lejos de ser un acontecimiento pasado) continúa. Hoy les vamos a contar una parte. El cuerpo crece hasta que llega al punto de estallar. Esta ciudad es como un laberinto y no alcanzan los dedos de la mano para contar todo lo que pasa. Si una está borracha... todo pasa, como decíamos Las Benjamin el otro día: ¿quién no ha bagarteado alguna vez?. La verdad, ni idea... creo que no importa. Importa hoy, este momento en que podemos decir. Hoy vamos a contar la historia. La noche en que te descubriste garchando con tu mejor amigo y fue como hacerlo con tu hermano. Queremos hablar de la cotidianeidad, una experiencia llena de pobrezas. No importa quién vivió qué cosa, eso es algo que sólo lo vamos a saber nosotras... porque las experiencias se comparten. No queremos jipismos, no queremos rollitos enrollados. Hoy podemos decir: ¡NO QUIERO!. Hoy Las Benjamin queremos decirles que termine, que sangre, que explote la fantasía como esa noche cuando el camino era Uruguay, cuando la vereda de Niceto era una selva... entonces entendimos todo: lo que la noche da, da. Hay que saber aprovecharla.
2 comentarios:
Yo la verdad, la verdad, no me acuerdo pero cada vez que me cruzo con el que era mi mejor amigo de pequeñita pienso "Ojalá que se la haya mostrado, ojalá!"
eso, o es un mito, o yo era un nene muy gil.
me inclino a pensar lo segundo.
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