Non Fiction

Ayer estuve con Benjamín. En realidad tendría que explicar una falsa cita hecha por M, pero creo que eso es lo de menos. M se fue, como siempre, y Benja y yo nos vinimos a casa destilando fernet. Nos aburrimos de ver videos por youtube y empezó la guerra. Huyendo del living hacia la cama.
Con pocos me ha pasado de sentir que se me sale el corazón; no me refiero a un orgasmo sino, a la sensación de que el amor se te sale de la boca del estómago y que el pecho está apunto de explotar. Estaba arriba mío, apretándome como me gusta, moviéndose en círculos y sacándola lennnnntamente hasta que... pum! adennnnnntro (¡qué ganas de estar con Benja ahora!).
Él me miraba fijo a los ojos, igual que yo a él, y... lo dije.
Dije: te amo. Lo dije.
El silencio se opaco con nuestros gemidos que empezaron a superponerse unos sobre otros, hasta que la tierra nos cubrió.
Qué bueno es morir.
Hoy cuando desperté, por supuesto, lo primero que vi fue a Benjamin. Despertaba. Empezó a vestirse, tenía que irse a trabajar. No quiso bañarse ni tomar un café. Cuando fue al baño, empecé a recordar la noche anterior. ¡Lo había dicho! ¡Le había dicho que lo amaba! Pero yo no amo a Benjamin, estoy enamorada de otro.
Benjamín volvió del baño, me sonrió. Le sonreí. ¿Qué pasa?, me preguntó. Nada... ¿puede ser que ayer te haya dicho que te amo? -le pregunté, y antes de que respondiera, continué- bueno, en realidad... no te amo, estaba confundida, y empecé a reír.

4 comentarios:

Las Benjamin dijo...

extrañamente extraño a Benjamín... desde el falso-te-amo no sé de él.

Las Benjamin dijo...

Ayer Benja apareció. Voy confirmando el extrañamiento, me mata!!!

Alan Murray dijo...

A esto me refiero cuando hablo de cosas geniales. Además, escrito con criterio y buen gusto.

Alan Murray

Las Benjamin dijo...

¡lo volví a decir!