Bajo voltaje

Fui al Personal Fest del 2005 con una entrada regalada. Esa noche tocaban Babasónicos y Durán Durán, una mezcla 80s-90s explosiva. Estaba con un amigo dando vueltas por esa zona casi pantanosa de Puerto Madero (había llovido) tratando de conseguir algo que comer, y lo único que ofrecían eran unos patys grasosos y caros para los cuales había que hacer una cola monumental. Nos acercamos al escenario de Babasónicos y entonces me crucé con él, digamos un "admirador", pero no me vio; y entonces pensé en saludarlo pero me pareció poco feliz, y ahora voy a contar por qué.
A lo largo del año, se había acercado más de una vez a hablar conmigo con las excusas más infantiles que me pudiera imaginar. Estaba claro para S, mi compañero de trabajo, que era un flechazo hecho y derecho. Si bien yo era más grande, la diferencia de edad no era tan significativa así que, ingenuamente, supuse que podría esperar de él algo un poco más concreto (que es, para mí, sinónimo de "madurez"). Y lo que esperaba era ni más ni menos que alimento para mi ego débil porque la verdad es que el muchacho mucho no me interesaba. Pero no fue como esperaba, las excusas para acercarse a mí iban desde "¿te puedo hacer una pregunta?" (por dios, qué pobreza) hasta "menos mal que viniste vos, porque a S. mucho no le entendemos" o pavadas por el estilo. Finalmente el joven se hizo con mi mail y comenzó a escribirme asiduamente a partir del momento en que dejamos de vernos (por finalización de temporada laboral) Los mails iban desde "Feliz navidad, que lo pases muy lindo junto a los que querés" hasta uno en que me saludaba por el "Día internacional de la mujer" pasando por otro en el que me contaba detalles de sus próximas vacaciones y me pedía "le recomendara algún libro para leer en el viaje". Los mails, que yo contestaba algo distante pero siempre con amabilidad, se extendieron a lo largo de un año. Y entonces ese día me lo crucé en el Personal Fest, y pasó frente a mí, se puso colorado y siguió. Mi amigo me dijo "¿viste cómo te miró ese? se enamoró a primera vista", pero claro, no era a primera vista y decidí no compartir mi pobre experiencia con él.Y obviamente, después de eso no me escribió más.
No hay para mí muchas más circunstancias que me recuerden exactamente por qué las benjamin decidimos reunirnos bajo el rótulo posmo-amoroso de "experiencia y pobreza"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la historia más deprimente del mundo.

ese pibe me hace acordar a mí.

Las Benjamin dijo...

Hola, gracias por comentar este texto, el primero y último orejón del tarro (por ser el de más abajo, viste?) Bienvenido