Despierta Bs As

Despertar. Sentir un cuerpo estático sucumbiendo en el propio. Despertar. Cautelosamente levantarse, sin querer reconocer al otro. Acaso por miedo, acaso por ser uno mismo ése cuerpo estático. Despertar. Aproximarse al baño, el reflejo en el espejo. Reconocerse en el reflejo. Reflexionar. Él. Ella. Yo. Recordar. La noche empalagante, humo, alcohol, cuerpos entregados al
contact improvisation. Despertar. Desear que ése cuerpo, sea el cuerpo deseado. 2x2 es 4 + 1 igual a mi deseo. Pero no. La multitud relincha avocada a un carnaval que no quita carnes ni penas. La multitud relincha lejos de aquí, lejos de casa.
Despertar y abrazar la almohada.

All we need is love

La intimidad es la nueva prisión, pero ¿qué camino trazar entonces, sabiendo, hasta el margen del mejor perfil?

Sí una noche de sábado se rompe, se rememora, se abre una puerta posible:

cuando junte mis cosas y desaparezca de este cuarto, acá no queda nada de mí

pero... ¿es cierto después?

La liberación posible después de la intimidad es siempre infinitesimal.
Si después me voy a poner de vuelta el mismo vestido, los mismos zapatos, escuchando el mismo disco de los Flaming Lips.

Es un permanente volver a empezar y el lunes, en la resaca de la revuelta, vuelve la idea de que todo, todo lo que necesitamos es amor.
Una dosis frenética de intensa intimidad, de pelo revuelto, de sábanas de sábado y una botella de Absolut contra la antigua Ley.


Mientras camino hasta el subte pienso que las probabilidades géneticas son que mis hijos no se parezcan casi nada a mí. La historia del gen recesivo, pienso, quiere decir que la resaca de la revuelta también va a terminar de desaparecer.

Los apasionados son otros, que no quieren tener hijos, que no lloran cuando despiertan solos. Chicas y chicos que no necesitan dormir juntos. Pero en la muerte del amor, todavía, imagino que el final llega muchos años más tarde:

un mediodía, con un gesto nomás, yo me doy cuenta de que a partir de ese momento todo se termina.

ESO es el amor

y el amor se turba cuando entro en la boca del lobo. NO, como ustedes piensan, cuando lo nuevo se vuelve antiguo.
El amor se turba cuando una medianoche alguién te escribe y te das cuenta de CUÁNTO cinismo puede haber en cinco palabras.

(que el conflicto proviene del goce no es simplemente un capricho narcisista)

Porque él es el OTRO, el otro, el otro. Y yo, tristemente, no puedo hacer que seamos el mismo.

Aunque por pura asociación libre una mañana alguien diga NO te voy a extrañar y yo tarde en darme cuenta de lo que quiere decir eso.

Porque el desprecio es indispensable para el mantenimiento del amor. Y si nunca me hubieran despreciado, si él, de VERDAD, fuera un hombre sentimental...

NO HAY REVUELTA POSIBLE PARA EL AMOR y no me asusta saber que cuando todo pasa hay un único
reverso posible.

Mi nuevo vecino

Si hay algo que caracteriza a la ciudad de Buenos Aires, son los barrios. Cada barrio tiene su propia historia, sus propias costumbres, su equipo de fútbol, sus cafés típicos, sus avenidas, sus paredes, sus graffittis, su tendencia musical, sus plazas y su noche. No son cien los barrios, como cantaba el tango; son 48, lo cual no es poca cosa. La población de Buenos Aires ronda los 12,2 millones de habitantes (casi el 50% de la población de Argentina), siendo 2,8 millones (aprox.) los habitantes de Capital Federal.
El fin de semana recibí un correo de Walter (sí, sí, Walter, el mismo, el de los cuatro años, el del corte definitivo, el de las idas y venidas, al que una noche antes de navidad le dije no más). Walter me escribe pidiéndome un favor y de paso, como quien no quiere la cosa, me cuenta que anda a mil con la mudanza. ¿Acaso me tiene que importar que se mude? ¿Acaso me tiene que importar que deje el 4A de Soler? ¿Acaso me tiene que importar que nunca más estaré en ese balcón al cual le dediqué casi cuatro años de escritos? Se supone que no, ya que fui yo quien le dijo una noche no más.
Pero... ¿a qué viene todo esto de la población porteña y, por dónde se relaciona con Walter?
¡Ah! Walter me decía que se mudaba, sí, en eso estaba... Sí, se muda. Me lo escribió él. Y para violar las máximas conversacionales, me dio más información de la requerida. Walter lo dijo. Me mudo a media cuadra de lo que era X. En mi incipiente castellano, eso significa: me mudo a cuatro cuadras de tu casa.
¿Qué tal? Ahora seguramente me lo cruzaré en el Jumbo, en los chinos, en la parada del bondi, en la boca del subte, en el kiosko, en el lavadero, en el rapipago.
Yo, pregunto: ¿Hacía falta mudarse a cuatro cuadras de mi casa? ¿Hacía falta decírmelo?
Hubiese preferido no saber, encontrármelo de casualidad, saludar con cortesía.
Ahora, preparo el speech para el momento, espero el momento, mientras Benjamín me pregunta ¿por qué no querés cruzar la calle?.

Clásicos (de ayer, hoy y siempre)

  • Rechazás a Benjamín, y cuando lo ves con otra te empieza a gustar.
  • Terminás con Walter, conocés a Banjamín. Cuando estás por dar un paso adelante... Walter te llama, te escribe y te dice que te extraña.
  • Cuando Walter te mueve el piso, y ya le diste rebotín rebotán a Benjamín, te dice: estoy confundido.
  • Todos llegan juntos, en cadena nacional.
  • Te gusta ese chico, que ¡oh, casualidad! tiene novia.
  • El chico que viste en la calle y te gustó, es gay.
  • Estas en una fiesta, hay un chico que te gusta, pero vos le gustás al amigo.
  • Conocés a Benjamín, y en la segunda cita te dice tengo novia.
  • Seguís viéndote con Benjamín, no te importa ser la otra; él termina con su chica, pensás que tenés todas las cartas de tu lado, hasta que te dice creo que necesito estar solo.
  • Te gusta un chico que no te da bola; pensás es gay. Pero no, simplemente no le gustás.

Martes

Caminábamos por el pasillo estrecho. Walter iba detrás, con pasos lentos, concentrado en unos informes de vaya a saber qué. La fotocopiadora, frené de golpe. Walter para no caerse se agarró de mis hombros.

No podría ser de mi cintura, no podría ponerme de espaldas a él contra la máquina, apoyarme, morderme el cuello, acariciarme las tetas con una mano y subirme la pollera con la otra?

No, se le caerían los papeles.

Pidió disculpas y siguió su camino. Suspiré. Apreté “cancelar”.

Conversación en la Diagonal

Lazy: ¿Cómo te va con Walter? ¿Me traés la carta, por favor?

LB: Walter is dead. Mirá, le puse la mejor onda. El flaco no responde ni llama; así que, por mi parte puede morirse. Un café apenas cortado, por favor.

Lazy: Mmm... claro... Para mí, una lágrima en jarrito.

LB: Es como que... no tengo ganas de esperar ni bancar a nadie. Ayer me fui a un boliche a bailar y me vine con un flaco a casa. ¿Azúcar? No, gracias, lo tomo amargo. Había escuchado de él, me daba curiosidad. El flaco... un muerto. Onda... ¿hacerse la paja para que se le pare? ¡Noooooo!

Lazy: O sea... eso es sólo eso. ¿Tenés edulcorante? Sólo trae eso, un poco de sexo y un poco de angustia y decepción.

LB: No estoy para esos rollos. ¿Por qué va a ser angustiante o decepcionante el sexo? ¿No se le para? Chao. ¿Mal sexo? Chao.

Lazy: (risas) Pero... pará, una pregunta: ¿Sólo querés un chico al que se le pare?

LB: Quiero un hombre con el cual divertirme, hablar, cagarme de risa y, sí, que se le pare. Walter pudo ser, pero no.

Lazy: Pero entonces tenés que apostar por alguno.

LB: Pero si yo estoy en una fiesta, hay onda con alguien para coger, digo, para COGER, quiero coger, no tener que bancar que se haga la paja, ¿Entendés? O sea, a tu pregunta, en este caso: SÍ, quiero que se le pare y me garche bien. Si te vas a garchar con alguien GARCHÁS bien, y punto. Para garchar mal... me hago la paja sola en casa y la paso de puta madre.

Lazy: Si, eso es cierto. No sé, a veces me da la impresión de que todo es muy funcional.

LB: Lazy, yo me puedo enamorar y sentir cosas por alguien. Si es una situación sólo de sexo, es sólo eso. No puedo pretender mezclar las cosas.

Lazy: ¿No?

LB: Nadie dice que, por ahí, con esa persona sea un flash y empiece algo; me pasó con Benjamín y con algunos otros, pero no es siempre así. El sexo no es un contrato, es una interacción. Es un juego, y como en todo juego hay reglas. Si no cumplís las reglas, chao. Es como... pretender jugar al truco sin saber qué es flor, no... chao.

Lazy: Quizá soy muy tradicional y no lo puedo separar tanto.

LB: En este caso, sí, puedo ser funcional. Ya no hay el: sí, dale le hago la paja para que se sienta bien. Sí, dale, le chupo el pito hasta que se le ponga dura como una roca. ¿Por qué? ¿Y yo? ¿Quién me la hace a mí? Ayer el flaco me decía: ¿Me la chupás? ¡Ni en pedo le chupaba el pito! O sea... no tenía ganas ni de agarrarle los huevos; ya me dio asco. ¿Puede ser un vaso con agua?

Lazy: (risas) Está bien, no me hagás caso. Solo preguntaba, no te estoy diciendo que algo esté bien o mal.

LB: No lo tomé por ese lado. Creo que hay que poder decirles: vestite y andate. ¿Nos traés la cuenta? Después los hombres juran que son lo máximo, se las dan de latin lovers. Me puso como excusa que estaba nervioso. ¿De qué? Onda que... ¿Era su primera vez? ¡Noooo!

Lazy: ¿Y qué creés que era? ¿Cuánto es? Pago yo.

LB: ¿Qué creo que era? Que no pasaba nada. Son diez pesos. No, dejá, que necesito cambio. Era eso. Puedo hablar por mí, él… tendrá su rollo en la cabeza. A mí no me ponía, y cuando me puso algo, el flaco no respondía. O sea, su intento me cansaba. Le dije que se relajara.
Me parece peor matarse el pito haciéndose la paja, cuando se puede disfrutar otras maneras de estar con alguien; el sexo no es sólo penetración. ¡Qué pobreza!

Miércoles

Nuevamente él. La oficina, el llamado, los papeles, el pasillo interminable, mis manos temblorosas. Me acomodo la pollera y respiro hondo. Qué bueno que viniste. Qué bueno que estás, pienso; pero sólo puedo insinuar una sonrisa. ¿Trajiste todo lo que te pedí?. Eso y más, pienso; pero sólo le acerco la carpeta. ¿Querés tomar algo?. A vos, pienso; pero sólo le acepto un café. Ayer se largó con todo, ¿no?. No entiendo, lo miro a los ojos con cara de no entiendo. Digo, que llovió mal. Ah, sí..., respondo, me mojé toda.

Lunes

Me gustaría poder contarles
como al rozar apenas su camisa
pude adivinar su brazo,
su abrazo,
y sentir al instante
mi entrepierna prendida fuego,
que ardía,
que hervía;
mientras las burbujas estallaban
en mil sonrisas lascivas,
jugaba con mi pelo
y volvía lentamente a sentarme en mi escritorio.

Iluminaciones I



“Dr. Francisco Javier D´Alessandro, ¿besaría usted a una chica a la que le practicó un tratamiento de conducto? Necesito saberlo. Acérquese Dr. un segundito, nada más. Quiero sentir más de cerca su aliento a menta. Toque Dr., toque con confianza, le gustaría que me desprenda así, un botón, o dos, o todos. Toque con sus manos enguantadas, esto es para usted. Entrégueme sus caricias de latex, no se resista. Usted quiere, y yo lo sé. Lo noto porque siento cómo me inspecciona, cómo me mira de costado cada vez que me hace la receta; lo noto en el cuidado que pone en cada práctica. Entrégueme Dr, esa espalda de ex rugbier exacerbada por el ambo celeste. Béseme los labios dormidos. Muérdame, sin miedo. Recorra con su lengua cada uno de mis dientes. Quiero que conozca mis encías como si fuera un trabajo de campo, profundamente. Déjese llenar, Dr., por la música de Aspen que suena en el intercomunicador y móntese en mi camilla; desee mis amigdalas y tómelas, son suyas. Dr. yo le prometo que nada de esto quedará en mis fichas, le estoy sugiriendo sólo una aventura. Avísele a esa secretaria que ruge de placer cada vez que usted llega oliendo a Kenzo, que no desea ser molestado, cierre la puerta y súbase: hay lugar para los dos. Hágame doler, quiero que me sangren las encías, píncheme doctor, como si nunca hubiera tenido una clase de medicina en su vida. Béseme, estoy entregada, adormecida, alucinada bajo los efectos de sus brazos laboriosos, solidarios y amables. Quiero que me desnude acá mismo, Dr. D´Alessandro, creo que lo amo.”

High Party!




ALTA FIESTA - 2008 - HIGH PARTY


¡Vuelven las fiestas a la noche porteña! Las Benjamin vuelven a convocar a todos a sus fiestas, para no perder la línea y la saludable costumbre de follar.

MÚSICA - BAILE - DIVERSIÓN - SORPRESAS

Y sí... todo empieza y termina -dónde, cuándo y como uno/a quiera-. Nuestro mejor deseo en este nuevo año.


Entrada sin cargo* + Happy Japi

¡Los esperamos!
* Las Benjamin se reservan el derecho de admisión.