El alcohol en el paladar al amanecer

Me pregunto cómo hubiese sido pasar la página y que campanita hiciera trin con su varita mágica; pero no creo en los cuentos de hadas. Escucho Neighborhood. Pienso en que hubiésemos tenido una convivencia perfecta. Tus gustos, los míos, los gustos de ambos. Tu cuerpo, el mío, el cuerpo de ambos. Nunca supimos cómo encajábamos el uno en el cuerpo del otro. Una combinatoria molecular. La matemática exacta. Escucho, te pienso y Wake up interrumpe mis oídos y mi pensamiento. Me retrotraigo. Nunca pude decirte adiós, quizá porque no nos lo merecemos. Quizá sea el tiempo necesario para olvidarnos, o para volvernos a encontrar. Lo pienso, claro, porque Benjamin no está más. Porque todas las noches en que estuve con vos lo pensé. Te dije que mi corazón estaba en otra parte, y asentías con la cabeza. Jamás te hablé de él. Jugué a hacerme la enojada cuando estabas a punto de penetrarme. Mi corazón está en otra parte, te repetía; mientras deseaba que fuese él quien introdujera su pene en mí. Pero eras vos. Y sentía su mano poco tímida adentrarse en mi vagina. Nunca fuiste diestro con la mano. Siempre tu torpeza al frotarme y adentrar la mano. Benwalter. Benwalter sonaba bien, y pensabas que te llamaba. Pero lo llamaba a él, no a vos Walter. Benjamin era a quien quería a mi lado, porque fue él quien me hizo olvidarte. Benwalter una y otra vez. Benwalter durante meses. Nunca lo supiste. Y yo, siempre abierta; con una culpa prominente. Una culpa dilatada de la excitación. Culpa católica lo llamaría M. Pero Benjamin no era uno. Benjamin fueron todos. Tantos Benjamines, y vos, Walter.
Vos, solo. Tan sólo vos. Y ahora yo, tan sola. Tan sólo yo, y el extrañamiento a la distancia. La impulsividad limitada por la imposibilidad del nosotros porque no existe tal. Me decidí a olvidarte; a desarmar mi cuerpo para que no tuviese gusto a vos.
Quiero que sepas que estoy bien, que no he pensado en vos hasta este momento en que te escribo esta carta; porque ya ingerí una botella de whisky; porque escucho Cartoon music for heroes y me dan ganas de llorar sintiéndome una perdedora con un dejo de sonrisa en mis labios; porque ya pasé tres discos y sigo escribiéndote esta carta que quizá nunca recibas o quizá no merezcas; porque no quiero escuchar In transit porque me hace acordar a Benjamin, y paso el tema de largo y prefiero Blue skies porque acá el cielo no es azul. Algún día me dijiste que nos encontraríamos en París, yo te sigo esperando: debajo de la torre, los dos en bicicleta. Estoy acá, esperándote, como tantas veces, Back to 101. Algún día podremos mirarnos a los ojos y me dirás lo que otros me dijeron con el reloj atrasado. Ese día te diré llegás tarde, y campanita hará trin.

6 comentarios:

manuel dijo...

=)

bonito!

"porque ya ingerí una botella de whisky; porque escucho Cartoon music for heroes y me dan ganas de llorar sintiéndome una perdedora con un dejo de sonrisa en mis labios"


si hay algo históricamente probado es lo estoico, iluminante y engrandecedores que pueden llevar a ser los perdedores.


está bueno el tesssto.

Nadia Navarro dijo...

No sé quién escribió esto.
Pero la que lo hizo, es una hija de puta.

Me hizo soltar no una, sino dos lágrimas.
Me conmovió muy de cerca, estando lejos.
Me llevó a las reflexiones más hondas que pude haber tenido en este puto domingo.

Y eso tiene precio, y aún más valor.
Qué salado.
No agrego más nada.
Simplemente, gracias.
Mil gracias.
:)

sol dijo...

Muy polite la terminología "pene", "vagina".. jaja.. me hace acordar a una clase de educación sexual del secundario en la que todo se teñía de una biología correctamente antiestimulante.

Mi frase prefe:
Vos, solo. Tan sólo vos. Y ahora yo, tan sola. Tan sólo yo.

Anónimo dijo...

Una botella de whisky es excesiva para una dama.

Mamerto Tetto dijo...

Las adoro y son mis idolas...
el txt me rompio el corazon porque estoy pasando un momento de mierda, pero tambien me gusto mucho, porque me gusta vivir plena y profundamente mis momentos de mierda, y textos como este me ayudan a hacerlo.

La encuesta nueva tambien me gusto.

Besitos, las quiero.

Las Benjamin dijo...

Manooko, habrá que ver si todos los perdedores tienen afán estoico o es pura estúpidez de ser.
Como siempre, gracias por tus palabras y por esas frases que rescatás.

Porno Satori, puta, pero puta fina, eh? Qué ¿alegría? propulsar lágrimas con este texto. La verdad que no; un bajón la identificación y el llanto. Mejor pongamos el disco.

Sol, tenés razón. Pene y vagina son re polite; mejor sería: el muñequito, el amiguito, la casita.
Estamos (literalmente) abiertas a propuestas.

Palomo, toda la razón. Somos unas descarriadas. Una botella de whiski es excesivo para una dama y para el bolsillo del caballero.

Mamer, qué podemos decirte que no te hayamos dicho ya. Vos sos nuestro ídolo, nuestra razón de ser. Todos los Walters, todos los Benjamines, son tan sólo vos.